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domingo, 10 de julio de 2011



OPTIMISTA

Es una palabra que en casi todas las lenguas aparece como una derivación del vocablo latino Opus, que se podría traducir como obra, tarea o trabajo. En este sentido, optimista es toda aquella persona, grupo o sociedad que cree, sabe y se encolumna detrás de la idea de que queda todavía trabajo por hacer; y no como a veces creemos, a aquel que asegura sin saber de que habla, que por fuerza todo irá bien, o que todo será fácil, o que cerrando los ojos los problemas desaparecen.
Es verdad que los optimistas prevén resultados favorables, pero no lo hacen apoyados en una idea mágica de resolución espontánea, sino apoyados en su personal mirada positiva y una desdramatizada interpretación de los hecho externos; sumados a una inalterable confianza en sus recursos, en la efectividad de sus acciones, en el cambio permanente de las circunstancias y en la ayuda de que se puede recibir de otros.

PESIMISTA
Es aquel individuo o aquella sociedad a quien le pesan tanto los agoreras y dramáticas profecías catastróficas propias y ajenas, que le impiden pensar en función de la acción. El pesimista es aquel que presupone que ya no hay nada por hacer que pueda servir y entonces no hace, no crea, no construye; o por lo menos no lo hace con la suficiente energía que necesita lo hecho para ser eficaz.

El optimista puede definirse, siguiendo las ideas del autor de este libro, como una disposición a la interpretación constructiva de los acontecimientos externos, incluidos los conflictos y las pérdidas. Una virtud, permitiseme establecer, que nos ayuda a enfrentar las dificultades con buen ánimo y perseverancia, a descubrir posibilidad y a diseñar nuevas soluciones.
La medicina moderna observa, con sorpresa y repetida precisión, como las personas más optimistas y de mejor humor tienden a ser más sanos, más exitosos y más longevos. Son hombres y mujeres que tienden a encontrar un beneficio aún en situaciones traumáticas o condiciones de vida difíciles; 
saliendo de ellas con un mejor nivel evolutivo, como si el trauma hubiera atuado desarrollando recursos nuevos, sumamente ventajosos, con los que enfrentarse al futuro.
Gente común que comparte muchas de estas características:
- Hacen cada cosa con convicción y compromiso;
- Tienen un gran pesamiento autocrítico, no destructivo;
- Rara vez dejan de sentirse sobre los acontecimientos;
- Asumen la responsabilidad de los propios sentimientos y acciones;
- Poseen una mentalidad abierta a los cambios;
- Les gusta explorar y descubrir nuevas cosas;
- Tienen fuerte necesidad de ayudar a los demás;
- siempre son capaces de defender la postura que creen correcta;
- Rara vez asumen riegos innecesarios;
- han desarrollado una gran capacidad de amar y ser amados;
- Trabajan en equipo con otros con honestidad y autenticidad;
- Respetan a ultranza las cosas importantes para otras personas;
- Tienen una gran capacidad de perdonar;
- Saben apreciar la belleza de las cosas;
- Tratan todas las personas con honestidad y justicia;
- Jamás se creen o actúan como si fueran superiores;
- Confían en un futuro mejor y están dispuestos a trabajar para conseguirlo;
- Viven permanentemente agradeciendo las cosas buenas, aunque sean pocas;
- Son sumamente intuitivas y creativas;
- Tienen un irrenunciable sentido del humor;
- Han aprendido a interpretar la experiencias dolorosas como una parte más de la existencia;
- Saben que existe un propósito en la propia existencia que le da sentido y significado a nuestra conducta.  


-Del libro "Niños Optimistas"
Martin E. P. Seligman

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